sábado, julio 5

LAS PAREDES POR ASALTO

Una nueva forma de expresión se destaca en las calles de la ciudad. Murales, graffitis o aplicaciones de esténciles compiten en color y creatividad. Son realizaciones de artistas callejeros. Están lejos de las motivaciones políticas o sociales que surgieron en otros tiempos, pero quieren cambiarle el rostro al espacio público de Santa Fe.

Muchas paredes de nuestra ciudad nos sorprenden con novedosas pintadas anónimas que se destacan por su color y creatividad de los mamarrachos futboleros o del impulso fugaz de un enamorado o enamorada. Son obras de arte callejero, pintadas por una nueva tribu que aspira cambiarle el rostro gris a Santa Fe. Tienen influencias de la iconografía popular norteamericana, que en la última década estalló en las megaurbes de la mano del movimiento cultural surgido en torno al Hip-Hop.

No incursionan en temas políticos o sociales ni se apoyan en la palabra para enunciar, pero la fuerza de sus imagines lleva implícito un mandato de cambio. Por ahora son una especie de nómadas del aerosol, con un discurso estético en formación que irrumpe en el espacio público y toma a la ciudad como escenario. Se destacan por los colores estridentes, la construcción de personajes de cómic y composiciones plásticas abstractas. Sus trabajos conviven con las marcas dejadas por las campañas electorales y los mensajes de otros grupos de jóvenes surgidos de las agrupaciones políticas de izquierda.

No se sienten perseguidos, por el contrario, creen que su obra es bien recibida por los vecinos, pero juegan de cierta forma a mantener un anonimato que ya esta siendo vulnerado en la Web. Recién se están reconociendo como un espacio colectivo particular y sus nombres todavía circulan en ámbitos estancos. En las paredes firman como CVZ, CoF, SBL, Facker, Esee, Chaino, Pinocho, EMEJE, ARS o Niño de Cobre. Hasta donde podemos saber, no son más de treinta, aunque según nos advierten, cada semana aparece una firma nueva en alguna pared de la ciudad. Algunos pasaron por escuelas de arte de Santa Fe o Entre Ríos y otros provienen de las canteras del diseño gráfico.

Sus técnicas resignifican la tradición del graffiti lanzada por los estudiantes franceses en mayo de 1968. Cuando se trata de un trabajo complejo se valen de un boceto. Si quieren repetir sus marcas recurren a las plantillas o al esténcil. Si no tienen dinero para pintura trabajan hasta con carbón. Si quieren reservar un lugar pegan un estiker de papel con su firma artística. Los trabajos de estos artistas callejeros se desparraman por toda la ciudad, pero se destacan especialmente en la zona del macro centro, la Costanera Vieja, en los alrededores del Puente Colgante y en los pilares de Viaducto Oroño.


Encontrarlos fue relativamente sencillo, un par de llamadas a las personas apropiadas y la cita quedó armada en uno de sus santuarios. Acordamos manejarnos con los seudónimos antes de prender el grabador. No tienen problemas de seguridad y se intuye que en poco tiempo romperán el cascarón del anonimato. Emeje tiene 27 años, ha transitado por lo salones de pintura de la ciudad y define su trabajo como “la búsqueda que uno va haciendo de si mismo. El graffiti viene de hace miles de años en todas la sociedades. Es una manera de mostrar disconformidad”.

Empezó a pintar paredes a fines de 2006. “Yo venia de escuelas de arte. El motivo por el que salí a mostrar mis cosas a la calle es porque muchas oportunidades no tenés en las galerías, no encontraba espacio para mostrar lo que hacía”.

A su lado se encuentra Pinocho, tiene 23 años y empezó con las paredes en 2007. “Comencé a ver estikers que me llamaron la atención y me gustó mucho la idea de mostrar cosas en la calle. Primero puse estikers, que es lo más rápido y no tenés que andar gastando tanto plata como el aerosol. Después use pintura sintética. La idea es ponerle un poco de onda a la ciudad”, confiesa.

Nuestro tercer anfitrión se presenta como NeS´, viene de Entre Ríos y tiene 29 años. “Yo hago diseño gráfico. Estoy 25 horas al día frente a la computadora dibujando cosas para gente que no conozco. Un domingo me pudrí y dije: chau, me voy a pintar afuera. No tenía plata y estaba todo cerrado, así que agarre una bolsa de carbón y me puse rayar una pared con un amigo. Es la misma técnica que cuando usas carbonilla, rayas y difuminas con las manos. Yo empecé así. Después compre un poco de pintura y los mismos dibujos que yo hacia a carbón los terminaba con color. Esa fue la mejor terapia que tuve hasta ahora, fue lo mejor que me pasó, estaba todo el día encerrado, produciendo cosas para otra persona y me di cuenta que dibujaba solo para ganar plata”.

Emeje explica que “la técnica depende de los materiales que uno tiene o de los lugares donde uno quiera intervenir. Puede ser pintura con pincel, aerosol, esténcil. Pasa por el momento también, si uno tiene que hacer algo más rápido en un lugar más prohibido, no vas a ir con un pincel chiquito, ahí te vales de aerosoles que en un ratito te permiten terminar”.

La clave para que el tiempo rinda reside en encontrar el sitio apropiado para pintar. “Uno cuando anda por la calle va mirando la ciudad con otros ojos. Vas viendo que un lugar esta bueno o que fulano de tal ya pintó algo. Y cuando andas por la ciudad se crea una especie de comunicación. Uno pone su trabajo y a los días aparece otro cerca”, nos dice Pinocho.


“Tratamos de elegir lugares aislados, como debajo de los puentes, donde podés pintar tranquilo. Dentro de la ciudad es más complicado, algunos fueron agarrados por la policía. A NDC (Niño de Cobre) me contaron que le pegaron. Es más complicado meterte dentro de la ciudad, por eso yo trato de meter estikers”, agrega este artista a pocos metros de una de sus firmas en papel.

Sin embargo, algunas intervenciones de estos artistas son menos furtivas. “Hace poco fuimos a pintar una placita que daba lastima como estaba (Lavalle y Luciano Molinas). En la pared venía uno y ponía “Unión Capo”, venía otro, tachaba y ponía “Unión Puto”, después venía otro y seguía tachando con insultos, algo horrible. Entonces un día nos juntamos y dijimos: esta plaza hay que pintarla. Fuimos y tuvimos la mejor onda con los vecinos, nos cebaban mate incluso. Volvimos todos recontentos por la buena onda que hubo con la gente. Hubo muchas respuestas positivas”, explica Emeje.

A partir de esta experiencia Pinocho se entusiasma con las posibilidades de expansión de esta movida que aun no tiene nombre. “Quizás los pibes al ver lo que se puede hacer con una lata de aerosol van a pensar mejor antes de poner alguna boludes y puedan darse cuenta que se puede expresar algo más copado. En lugar de salir a mamarrachar (sic) van a poder tener otra calidad de expresión”.

Pinocho también recuerda el momento en que pintaron los pilares del Viaducto Oroño. “La gente pasaba y se sacaba fotos, les llamaba la atención y esta bueno que se genere eso”.

Otra experiencia que rescatan la protagonizaron este verano en los muros de la Costanera Oeste. En uno de los blogs que refleja el trabajo de estos artistas callejeros (http://www.nes-bds.blogspot.com/) se muestra el resultado de una intervención denominada “Graff Attack en la Costa Oeste”.

“Suena el cel "Ya estamos en la pared" (mensaje de Chaino), llego al lugar (Costanera Oeste a la altura del Lawn Tenis) y ahí estaban, un montón de pibes pintando lo que era una triste pared...CVZ, Facker, ARS, SBL, Chaino...una tarde increíble, un sol hermoso...latas, pinceles, fibrones...chicas lindas pasando haciendo ejercicio, bizcochos y chocolatada...que mas se puede pedir, ah si...los pibes del Lawn con una ametralladora de preguntas”.


En este universo los protagonistas entran y salen. “Algunos están un tiempo y luego se van, pero por semana estamos viendo que aparecen unos dos nuevos. Recién ahora se puede hablar de una movida porque nos estamos conociendo entre nosotros y estamos pensando en forma colectiva. Ya estamos hablando de proyectos juntos, pese a que tenemos diferentes influencias y estilos, pero eso es la parte buena”, dice NeS´.

“Cada uno de nosotros tiene un fotolog o un blog. Es la mejor manera de compartir lo que vos haces con gente de otras partes del mundo. Uno se alimenta muchísimo con lo que ve afuera. Es la fuente de inspiración principal y tratamos modestamente de traerlo acá, porque estamos empezando, y queremos generar esa movida que tiene una calidad impresionante. Para mí lo mejor es el muralismo europeo, pero hay chicos que prefieren el estilo de graffiti americano, con letras y diseños más relacionados con el hip-hop”, dice este diseñador gráfico desde abajo de un gorrita de béisbol que le tapa los ojos.
Se los puede encontrar en http://www.fotolog.com/hola_pinocholana o http://www.fotolog.com/irradia_pliegue, donde intercambian imágenes, comentarios y mensajes con los integrantes de la tribu.

La movida es incipiente y todavía no tiene muy definidos sus contornos, pero se intuyen cuestionamientos al circuito de la cultura oficial y al rol reservados para los artistas jóvenes. “Yo soy partidario de que el arte sea para todos, que este en cualquier parte y que todos tengan el derecho a verlo y compartir todo el tiempo. También rescato la actitud de salir a pintar, cargar la mochila con latas a cualquier hora, haga frió o calor y tener que enfrentar cualquier cosa para poder mostrar lo que haces. Eso me parece muy respetable”, define NeS´.

Para Emeje, “la pintura está tomando un camino de decadencia, todo lo que sea academicista esta perdido, por más que uno no quiera esta pasando eso”. Sin la contundencia de un manifiesto, el artista cachorro se anima a proponer: “Yo creo que la mejor manera de sostener la pintura es en la calle mostrando lo que hacemos a la gente”.

Estos murales, graffitis, o esténciles que vamos descubriendo por la ciudad son bien distintos de las manifestaciones tradicionales del arte contestatario que resurgió con fuerza con la crisis del 2001. Están expresando otras necesidades con recursos sencillos y formas más elaboradas. Hablan de un nuevo imaginario, otras estéticas y la ambición de cambiarle la cara al espacio publico. Dicen que pueden transformarse en movimiento, aunque todavía no definen con claridad hacia donde van. Por ahora están tomando algunas paredes por asalto.

MISIÓN IMPOSIBLE

La mayoría de las viviendas FONAVI no tienen escritura. El gobierno provincial se comprometió a regularizar la situación. Para ello deben confeccionarse nuevos planos e inscripciones catastrales. El costo de la operación es millonario y el estado carece de estructura para llevarla a la práctica. Un trámite judicial puso al descubierto la desidia de los últimos veinte años.

Publicado en revista "Entre Líneas" - Mayo 2008

Autor: Pablo Bosch

Un complejo entramado burocrático se fue tejiendo en los últimos años alrededor del trámite de escrituración de las viviendas construidas por el estado con fines sociales. Miles de familias que habitan los complejos FONAVI de la provincia, y cumplieron con el pago de sus cuotas, se encuentran sumidas en una total incertidumbre respecto a la propiedad de su inmueble. Ya sea por desidia o por voluntad, el incumplimiento de este compromiso por parte de las sucesivas gestiones justicialistas dio origen a un circuito irregular de operaciones inmobiliarias donde muchos sacaron ventaja de la inseguridad jurídica creada desde la Dirección Provincial de Vivienda.

La gravedad de esta situación nunca fue asumida por las autoridades santafesinas, tanto provinciales como municipales, que dejaron pasar el tiempo con total irresponsabilidad. Mientras tanto, el sigiloso juego de presiones de escribanos y agrimensores interesados en sacar la mejor tajada posible del postergado trámite de escrituración, también operaba como un freno a la resolución del conflicto. En el apuro por construir, inaugurar y recibir aplausos, los funcionarios entregaron viviendas carentes de final de obra, planos aprobados o mensura. Para resolver esta carencia el estado deberá desembolsar una cifra millonaria en concepto de honorarios y aportes a las cajas de previsión de los profesionales que intervengan en las tramitaciones.

El problema comenzó a destrabarse cuando se conoció una sentencia del juez César Daniel Cantero. El 27 de septiembre de 2007, el titular del juzgado Civil y Comercial de la 3ra. Nominación, condenó a la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo a que, “en el término de noventa días, contados a partir de que adquiera firmeza este pronunciamiento, otorgue a favor del actor la escritura traslativa de dominio de los inmuebles vendidos conforme boleto de compraventa".

La demanda se había iniciado en el año 2000 por Norma Chinquini de Maidana, que junto un grupo de vecinos del FONAVI de barrio Centenario patrocinados por el abogado Domingo Rondina, reclamaron la escrituración de sus propiedades. El trámite judicial demoró siete años, y a lo largo del proceso, el servicio jurídico de la DPVyU “chicaneo” la causa de todas las maneras posibles para demorar la resolución.

Con su resolución, el juez Cantero les marcó el camino a las miles familias que esperaron por años la firma de la escritura de su vivienda. Si bien la sentencia vale para el caso particular, sienta un precedente para presentaciones similares iniciadas o por venir. Curiosamente, el entonces director provincial de Vivienda, Carlos Feruglio, no apeló el fallo. De este modo comenzaron a correr los plazos legales y la Provincia quedó expuesta al pago de importantes multas e indemnizaciones si no cumple con el mandato judicial.

Para el abogado Domingo Rondina, la decisión de los funcionarios de Jorge Obeid de no apelar la sentencia de Cantero “acarreará una catarata de juicios contra la Provincia”, que deberán ser afrontados por los nuevos ocupantes de la Casa Gris. Algo de esto ya esta ocurriendo.

El pasado 24 de abril, la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo recibió una cedula del juzgado Civil y Comercial de la 3ra. Nominación donde se solicitan informes sobre el cumplimiento de la sentencia dictada en el caso de Norma Chinquini de Maidana. Sin dar mayores precisiones, la abogada Alicia Meri Benzaquén, responde que “la Coordinación de Asuntos Notariales del Organismo que represento fue puesta en conocimiento de la decisión de S.S., a fin de poder dar cumplimiento al mismo, encontrándose abocada al asunto”. Por ahora, cada una de las partes atiende su juego, pero los funcionarios provinciales, los abogados y el juez saben perfectamente que la escrituración de las viviendas FONAVI no se puede realizar.

Mentime que me gusta

Los nuevos administradores del estado provincial tardaron un tiempo en tomar conciencia de la gravedad de la situación que heredaban en la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo. Recién en el discurso del 1º de Mayo ante la Asamblea Legislativa, el gobernador Hermes Binner pronunció las primeras palabras sobre el problemas de las escrituras: “Numerosas familias que habitan viviendas ejecutadas desde la década del setenta a la fecha no tienen acceso al “derecho a la propiedad” por conflictos de diversa índole que el Estado no ha solucionado a su debido tiempo. Por lo tanto, es decisión de este gobierno impulsar un programa destinado a resolver la totalidad de las situaciones jurídicas existentes, teniendo en cuenta los distintos inconvenientes que obstaculizan o impiden la escrituración, titularización o regularización dominial. La regularización de todos los FONAVI, teniendo como objetivo un listado dominial, requerirá de la participación de los municipios y las comunas”, dijo el primer mandatario.

En un sentido similar se manifestó el ministro de Obras Públicas, Hugo Storero, que describió la tarea como “titánica” cuando fue abordado por la prensa. “Durante muchos años no se avanzó en los procesos de escrituración, con los registros dominiales y con los títulos de propiedad de las personas que han pagado las cuotas”, dijo el funcionario.

La intención de las nuevas autoridades de la DPVyU es delegar en los municipios y comunas el cobro de las cuotas, con el objetivo de inyectar recursos a nivel local y promover la creación de institutos de viviendas. Para ello deberán actualizar el registro de ocupantes de los barrios, relevar las mejoras introducidas y resolver el problema de los planos que nunca fueron aprobados.

Si bien todavía no se conocen detalles de este programa de titularización, los funcionarios adelantaron que intervendrá la Escribanía Mayor de Gobierno, en coordinación con las áreas técnicas de la Dirección Provincial de Viviendas, y que se priorizará la situación de aquellos adjudicatarios que hayan terminado de pagar sus cuotas. "La escritura la tendrá quien haya pagado todo el plan”, dijo Alicia del Carmen Pino, flamante titular de la DPVyU.

Bochorno santafesino

El FONAVI de barrio Centenario de la ciudad de Santa Fe se construyó hace 30 años durante la última dictadura militar. Y los problemas para la escrituración de los inmuebles se arrastran desde aquella época. Los terrenos comprados tenían trazadas calles y espacios verdes que pertenecían a la Municipalidad, pero el trazado se cambió para lograr erigir una mayor cantidad de viviendas y ubicar la infraestructura necesaria para el nuevo barrio.

De este modo, una parte de las manzanas se construyeron en terrenos municipales, y luego de terminada la obra, la provincia donó a la Municipalidad las nuevas calles y espacios verdes. Pero debido a las alteraciones introducidas en la mensura original, la DPVyU quedó como propietaria de manzanas que no responden a la traza actual de la ciudad y el municipio tiene dominio sobre calles que actualmente forman parte de las manzanas sobre las que se edificaron las unidades habitacionales.

Según explicaron los abogados del estado provincial en la contestación de demanda en el caso Chinquini, el ejecutivo municipal debía suscribir las escrituras traslativas de dominio, para lo cual se dictó la Ordenanza Nº 8312/82, que lo facultaba para esos fines. Estas gestiones no se cumplieron y hasta la fecha subsiste la situación de dominio compartido, tal como surge, de los planos inscriptos en el Servicio de Catastro e Información Territorial. Pero esta no es la única dificultad.

Al poco tiempo de inaugurarse el barrio, los vecinos comenzaron a reformar las viviendas, avanzando en algunos casos sobre espacios comunes. Como consecuencia de esto la Municipalidad no aprobó los planos que se le presentaron. Recién en el año 2002, la Provincia culmina el proceso de inscripción de los planos de mensura y división bajo el régimen de propiedad horizontal en el Servicio de Catastro e Información Territorial. Para ello debió abonar los aportes correspondientes a la Caja de de Previsión Social de los Profesionales de la Ingeniería y al Colegio de Profesionales de la Agrimensura.

Ahora bien, según se desprende del escrito presentado por los abogados del estado en el juicio que se llevó a cabo en el juzgado Civil y Comercial de la 3ra. Nominación de nuestra ciudad; en el año 2003, las dificultades para proceder a la escrituración de las viviendas del FONAVI del barrio Centenario eran las siguientes:
- En los planos inscriptos aparecen dos propietarios, la Municipalidad de Santa Fe y la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo.
- La transferencia a los adjudicatarios la deben realizarse en forma conjunta los dos propietarios.
- Para la aprobación del plano de urbanización del barrio se deben culminar las gestiones de permuta de calles y manzanas entre la Provincia y la Municipalidad.
- Culminado este proceso se deben realizar nuevos planos.

Según admiten los actuales funcionarios actuales del ministerio de Obras Públicas, estas dificultades persisten. Resumiendo, se debe culminar el proceso de permuta de calles y manzanas entre la DPVyU y el municipio; luego se deben inscribir todas las propiedades bajo el régimen de propiedad horizontal a nombre de la Provincia; y recién en ese momento se podrá escriturar a favor de los adjudicatarios.

Si se multiplican estos pasos burocráticos por la cantidad de viviendas con situación dominial irregular que existen en toda la provincia, es posible comprender el verdadero significado de la palabra “titánico” que el ministro Hugo Storero utilizó para describir la operación notarial que el gobernador se comprometió a ejecutar en su discurso del 1º de Mayo.

Un aporte justicialista

En agosto de 2007, el diputado Mario Lacava presentó un proyecto de ley que establece un régimen especial de regularización del dominio de las casas construidas mediante planes de la Provincia. Olvidándose de quienes gobernaron Santa Fe las últimas dos décadas, el legislador justicialista explica que “gran parte de quienes habitan las respectivas viviendas no se sienten propietarios de las mismas y consecuentemente no hacen suyos ni los derechos ni las obligaciones emergentes del derecho de propiedad”, situación que “permite y hasta fomenta las transferencias irregulares de los boletos de compraventa, lo cual perjudica tanto al adjudicatario original como al adquirente, y a la propia DPVyU”.



Para ello propone un mecanismo que se asienta en tres principios: implementar medidas excepcionales para escriturar las viviendas; constituir nuevas hipotecas actualizando los valores de las casas y el terreno; y autorizar la utilización de la cartera hipotecaria como garantía para la obtención de financiamiento nacional e internacional.



Esta propuesta fue objetada por vecinos de la ciudad de Rosario, que denunciaron ante el Defensor del Pueblo, que de aprobarse el proyecto Lacava se produciría un incremento notable en las cuotas de los planes y se generalizarían los desalojos.

OTRO PROBLEMA HEREDADO

La obra más emblemática de la ciudad de Santo Tomé se encuentra paralizada desde diciembre pasado. Existen problemas técnicos y un reclamo económico de la empresa contratista por los daños sufridos durante la inundación de 2007. Las autoridades del Ministerio de Aguas prometieron resolver el conflicto en los próximos 30 días. Los trabajos se realizaron sin proyecto ejecutivo aprobado.


Publicado en revista "Santo Tome Investiga" - Mayo 2008

Autor: Pablo Bosch


En los próximos treinta días los funcionarios del nuevo misterio de Aguas, Servicio Públicos y Medio Ambiente resolverán bajo que condiciones continuará la obra de protección de la margen derecha del Río Salado en el tramo Anfiteatro – Puente Carretero.

Los trabajos en esta obra emblemática de la ciudad se encuentran paralizados desde diciembre pasado por dos razones fundamentales: problemas técnicos en el hincado de las tablestacas y un reclamo millonario de la empresa contratista por los daños sufridos durante la inundación de 2007.

A estas dificultades se tiene que agregar un dato de gran significación. A 32 meses del comienzo de los trabajos el proyecto ejecutivo de la obra todavía no fue aprobado por las autoridades del ministerio. De este modo, ni la empresa ni la provincia saben como se terminará la costanera santotomesina, que ya tiene acumulado un costo de 40 millones de pesos.

Un poco de historia

El 4 de julio de 2005, el entonces gobernador Jorge Obeid firmó el Decreto 1386 adjudicando la obra de protección de la costanera de nuestra ciudad a la empresa Ecodyma Constructora S.A. El presupuesto oficial había sido establecido $ 22.805.859 y la firma ganadora se alzó con la licitación ofertando $ 28.499.480. Los trabajos comenzaron en septiembre de ese año y tenían un plazo de ejecución de 18 meses. Al poco tiempo aparecieron los primeros problemas.

Se encontraron diferencias de cotas y en la ubicación trazas en los desagües pluviales en el punto de inicio de la obra. Como consecuencia de esta discordancia algunas bocas de salida quedaban tapadas.

Debido a que la obra se inició sin proyecto ejecutivo aprobado, a medida que avanzaban los trabajos se iban descubriendo los problemas. El más grave involucró a las tablestacas. Aparecieron lugares de la costa con una profundidad mayor a la estimada originalmente. Esto alteraba el diseño original, con el consiguiente aumento de costos, debido a la mayor longitud requerida para las piezas.

En aquel momento los funcionarios provinciales justificaron los problemas en el apuro por licitar. "Lo que tenemos que tener en cuenta para esta obra es la urgencia con la que hubo que salir adelante y llamar a licitación; por suerte el gobernador (Jorge Obeid) y el ministro (Alberto Joaquín) pudieron conseguir los casi 29 millones que representa la misma. Se tuvo que licitar con un anteproyecto, que no es muy distinto a lo que se está ejecutando”, dijo el subsecretario de Infraestructura del Ministerio de Asuntos Hídricos Carlos Maina. (El Litoral – 12/06/06)

Sin embargo, la realidad fue mostrando que las diferencias eran cada vez más visibles. “Una de las condiciones para la empresa era que debía realizar un cálculo definitivo que avalara lo que nosotros habíamos hecho; o en su defecto, lo modificara por lo que se ejecutaría”, agregó Maina. Lo cierto es que estas modificaciones en el sistema de tablestacas derivaron en un cambio de proveedor y en mayores demoras para su colocación.

En el esquema original, la provisión y colección de las tablestacas debía realizarse entre enero y julio de 2006, pero recién estuvieron disponibles en octubre de 2006. Se trataba de 662 elementos fabricados en Luxemburgo por la empresa Arcelor, con una longitud de 14 y 16 metros, destinados a conformar una pantalla metálica de 496 metros sobre la barranca del río Salado.

Para comienzos de 2007 los trabajos estaban encaminados, pero la inundación de marzo complicó severamente el panorama. El obrador quedó bajo agua, algunas máquinas se dañaron y el proceso de hincado de las tablestacas fue interrumpido.

El apuro por terminar los trabajos volvió con las elecciones. En agosto del año pasado, el subsecretario Carlos Maina visitó la obra y anticipó una fecha de finalización. “Con el terraplén en el que estamos y las tablestacas que se están colocando, que son las que aseguran que el mismo quede para siempre, el objetivo primordial ya se estaría alcanzando; inmediatamente habrá que empezar con lo que tiene que ver con la parte arquitectónica y lo que es el paseo en sí, para que a fin de año pueda estar todo construido", vaticinó el funcionario.

Pero el esfuerzo de Ecodyma no alcanzó el ritmo que requería el marketing electoral del justicialismo y la última tablestaca recién fue colocada el 4 de octubre, cuando el resultado de las urnas había sepultado las expectativas de Angel Piaggio. Igualmente la ocasión fue propicia para que Jorge Obeid se saque una foto con sus funcionarios recorriendo la barranca.

Esa mañana, desde la Casa de Gobierno distribuyeron un comunicado que decía: “Jorge Obeid, acompañado del ministro de Asuntos Hídricos, Alberto Joaquín, y el Subsecretario de Gestión y Planificación, Pablo Casik, observó el avance de la gran obra que con una inversión superior a los 28.000.000 de pesos viene ejecutando el Gobierno de la provincia en la costa santotomesina”. El texto ya no especificaba plazos de terminación. Faltaba poco tiempo para el cambio de autoridades y una nueva paralización de la obra.

Parálisis y reclamo

Cuando las autoridades del nuevo ministerio de Aguas, Servicio Públicos y Medio Ambiente, tomaron contacto con la obra de protección de la barranca del río Salado, encontraron que el proyecto ejecutivo nunca había sido aprobado y que la contratista Ecodyma había presentado un reclamo administrativo por daños.

Consultado por STI, el ingeniero Fernando Mussi, subsecretario del Ministerio de Aguas, explicó que “en este momento la obra esta paralizada, estamos evaluando y analizando el proyecto ejecutivo, porque lo que se construyó hasta el momento se hizo sin el proyecto aprobado”.

Mussi agregó: “Se arrancó la obra con un proyecto básico y el proyecto ejecutivo era obligación de la contratista. Cuando iniciamos la gestión nos encontramos con un proyecto ejecutivo que no estaba aprobado. No se si esto es legal o no, pero nosotros con las obras que tenemos que empezar ahora, no lo hacemos hasta que la empresa tenga aprobado el proyecto ejecutivo”.

El funcionario precisó que se encontraron “con una obra que no tenía la ingeniería aprobada y no sabíamos si estábamos haciendo una obra con los problemas técnicos bien resueltos”.

“Son cuestiones técnicas sobre el funcionamiento de las estructuras que no afectan la seguridad, por lo menos hasta donde vimos nosotros”, aclaró.

El dato novedoso, es que además de los problemas de ingeniería que se están tratando de resolver, la empresa reclama una compensación económica por daños. “La obra esta paralizada desde diciembre, porque además hay un reclamo económico de la empresa por los perjuicios y daños que tuvo en la inundación de principios de 2007”, reveló Fernando Mussi.

Lejos de los cálculos originales, el funcionario precisó que el presupuesto de la obra ya llegó a los 40 millones, de los cuales están hechos cerca de 28 millones.

“La empresa esta reclamando 2,2 millones. Estamos en conversaciones y queremos resolver esto rápido. Lo que nos preocupa es arrancar con la obra cuanto antes”, aseguró el subsecretario.

Mussi sostuvo que se están evaluando los daños que la empresa dice haber sufrido por la inundación de marzo de 2007. “Hubo daños en el obrador, en los equipos y en la misma obra. Lo que piden es razonable porque efectivamente sufrieron daños, las diferencias surgen al momento de cuantificar económicamente ese impacto dentro de lo que esta previsto en el contrato. Pero como existen cuestiones que no están bien especificadas, el análisis en particular no es tan claro”.

La nueva gestión sostiene que la superación de las diferencias con la empresa solo podrá alcanzarse cuando exista un proyecto ejecutivo aprobado. “Lo revisamos y se lo devolvimos porque había algunas cuestiones que no estaban bien. Ahora la empresa lo esta modificando”, aseguró Mussi.

Entre los temas de análisis se encuentran las tablestacas que no se pudieron terminar de hincar como originalmente estaba previsto. Los problemas surgieron por la forma en que se hizo la operación y en las condiciones del suelo. Si bien el tema es complejo, desde el ministerio aseguran que todo esto tiene solución técnica y se lo esta conversando con la empresa.

“Nosotros ahora estamos en conversaciones con la empresa y suponemos que en 30 días debemos tener todo resuelto”, vaticinó Mussi.

“Yo estimo que quedan entre 8 y 10 meses de trabajo. La obra tiene el tablestacado completo, lo que hay que hacer es la viga de vinculación, después hay que hacer un refulado para rellenar todo a una cota determinada, después se hace una pendiente hasta el nivel superior y allí se construye un camino costero”.

Pero más allá de las buenas intenciones de los funcionarios todavía quedan muchas cuestiones por resolver. La primera es saber si la empresa quiere seguir al frente de la obra. La otra es conocer cuanta plata extra el gobierno esta dispuesto a poner para destrabar la obra. Por ahora los trabajos siguen paralizados y el plazo más cercano fue fijado en 30 días.