domingo, agosto 31

JUAN DAVALOS REAPARECIÓ…Y FUE ABSUELTO

El histórico dirigente de la Federación de Tierra y Vivienda tuvo un paso fugaz por el Tribunal Oral Federal de nuestra ciudad. Fue acusado por vecinos del barrio Santa Rosa de Lima de romper un terraplén en los meses previos a la irrupción del Río Salado. Hubo testigos, alegatos y absolución. La causa se tramitó durante cinco años. Fue el único caso que la justicia federal santafesina impulsó sobre las inundaciones de 2003.

Juan Dávalos fue un dirigente social importante de la ciudad de Santa Fe. Al calor de las luchas sociales de fines de los años noventa, y fundamentalmente, a partir de la crisis del 2001, su figura creció en influencia hasta llegar a conducir la poderosa Federación de Tierra y Vivienda en todo el centro-norte provincial.

Organizó movilizaciones, manejó planes sociales, distribuyó herramientas y gestó emprendimientos productivos. Uno de ellos fue una huerta comunitaria enclavada en el corazón de barrio Santa Rosa de Lima (su territorio), en Suipacha al 4600. Para construirla hizo abrir una calle, con maquinaria de la municipalidad, que dejó una brecha en el viejo terraplén Irigoyen.

En diciembre de 2002 la huerta de la FTV quedó inaugurada y todos estaban contentos. La situación cambió en los primeros meses de 2003. Ante la amenaza del rió Salado, los vecinos de la zona taponaron el sector con bolsas de arena. El 29 de abril de ese año la presión del agua hizo estallar el frágil reparo y el rió se metió como torrente por el hueco dejado en el viejo terraplén arrasando las casas aledañas.

El Salado pasó por encima de todo – incluso la antigua defensa – pero en las semanas posteriores a la catástrofe muchos se acordaron de Juan Dávalos y la calle que hizo abrir atravesando el terraplén. Pero algunos vecinos fueron más allá y denunciaron el hecho en la justicia federal, en la creencia que el sector era propiedad del ONABE.

De esta manera se inició la única causa federal sobre las inundaciones de 2003 que llegó hasta la instancia de juicio oral. La fiscal Cintia Gómez y el juez Francisco Miño entendieron que Juan Dávalos debía ser procesado por daño agravado, un delito que contempla penas de uno a cuatro años de prisión.

Para ese entonces la suerte de titular de la Federación Tierra y Vivienda de Santa Fe había cambiado. Una serie de graves denuncias surgidas desde la propia FTV derivaron en su expulsión de la organización que a nivel nacional conducía Luís D’Elía. Para colmo, su participación como candidato en las elecciones de octubre de 2003 fue catastrófica. El nombre de Juan Dávalos comenzó a ser sinónimo de lo peor de la política local.

Las acusaciones en su contra iban desde presunta coacción, mal manejo administrativo y acoso sexual contra mujeres de su agrupación. Consultado por la prensa, Dávalos aseguró que las imputaciones responden a "una campaña" montada contra su persona, "iniciada hace tres meses", cuando se presentó como candidato "a la intendencia de Santa Fe". Aseguró que desconoce "por qué o por quiénes estaría montado este complot" y, tras especular con que "seguramente es porque hay negociados" para los cuales él no es funcional, agregó que "eso lo tiene que determinar la Justicia".

Frente a la dimensión de escándalo que cobraba el caso, en diciembre de 2003 visitó la ciudad Luís D'Elía, quien resolvió suspender al dirigente santafesino. El titular nacional de la FTV dijo en ese momento que se decidió iniciar un sumario contra Dávalos porque fueron chequeadas las denuncias recibidas y comprobaron que "tenían algún asidero", y llamó a los denunciantes a "formalizar las acusaciones en el documento" y a Dávalos a "realizar su descargo ahí".

A partir de entonces la figura de Juan Dávalos se fue diluyendo hasta casi llegar al anonimato. Su organización lo repudió y los pocos seguidores que confiaron en su liderazgo terminaron apartándose de su lado. El jueves pasado por la mañana, cuando se realizó la audiencia en el Tribunal Oral Federal de nuestra ciudad, apenas un puñado de personas lo acompañaban.

Para su suerte, la audiencia le resultó favorable. Al momento del alegato el ministerio público fiscal desistió de formular acusación por falta de pruebas y recomendó la absolución del imputado. Curiosidades de la justicia local, Juan Dávalos estuvo a punto de convertirse en el primer condenado por las inundaciones de 2003.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me pequé una vueltita, te saludo desde Buenos Aires. Juan Pablo Peralta
www.portaldelperiodista.blogspot.com